INDICE
Si estás pensando en instalar un sistema de riego en tu jardín o en huerto urbano debes tener en cuenta ciertos aspectos para montar todo el sistema. Factores como el tipo de superficie (blanda o dura), la extensión a cubrir, la clase de materiales y el método de riego (aspersión o goteo) son sólo algunas de las cuestiones a tener en cuenta.
Además, necesitarás tener ciertos conocimientos para controlar los caudales y evitar tener problemas con los equipos individuales como los aspersores y las válvulas.
¿Qué debes tener en cuenta para realizar el montaje e instalación de un sistema de riego?
Para evitar cualquier inconveniente con la instalación y mantenimiento de un sistema de riego deberás conocer ciertos aspectos.
Entre ellos, destaca el uso de productos de primera calidad como los materiales de riego Mundoriego que están especializados en suministro de material para riego agrícola, jardinería y huerto urbano.
También es recomendable comprar los materiales en una empresa del sector que cuente con un servicio técnico de asesoramiento de consultas y dudas. Y es que un sistema de riego es un conjunto de muchas piezas que funcionan entre sí.
En caso de fallar un material afecta a todo el sistema ya que todo está unido entre sí, por lo que es necesario conocer cómo funcionan todas las piezas y tener soporte en caso de no saber qué hacer con alguna de ellas.
A mayores, es conveniente tener ciertas nociones de cómo funciona el sistema de riego que tienes instalado para realizar un mantenimiento previo y evitar fallos en el cultivo.
Por todos estos motivos, a continuación, encontrarás una serie de consejos y recomendaciones para montar y gestionar un sistema de riego.
¿Qué es un sistema de riego y cómo funciona?
Básicamente, un sistema de riego es un conjunto de estructuras que permite el uso del agua en una zona específica (huerto, jardín, finca o terreno) para el cultivo de las plantas.
Para ello, traslada el agua desde una fuente y la lleva hasta el cultivo mediante diferentes sistemas como tuberías o por aspersión.
El suministro de agua que utilizan las plantas es variable y puede proceder de diferentes fuentes: lluvia, aguas subterráneas e incluso residuales, en función del tipo de cultivo.
Para determinar la cantidad de agua que necesita cada sistema es necesario estimar las necesidades del terreno y el cultivo.
Lo normal es que esta cantidad, así como cualquier otro ajuste necesario (caudal, parámetros del sistema hidráulico, etcétera) sea realizado por la empresa que instala el sistema.
Los sistemas de riego se pueden personalizar para adaptarse a las necesidades individuales de cada cliente, que pueden ir desde el riego por goteo de jardín hasta grandes sistemas de riego comercial utilizados en la agricultura o la horticultura.
A la hora de elegir un sistema de riego adecuado para tus necesidades debes tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Tipo de cultivo y superficie a cubrir.
- Materiales y materiales necesarios.
- Calidad del agua de riego y conocimiento de su estado (niveles de sal, saber si está libre de contaminantes y pesticidas, etcétera).
- Procedencia del líquido.
- Presupuesto y montaje.
- Características del suelo ya que afectan al cultivo de las plantas.
- Sistema de riego: por goteo, aspersión, goteo por zonas.
Tipos de sistemas de riego
Los tipos de sistemas de riego varían en función de los factores mencionados anteriormente, pero quizás el más importante (al margen del agua y el terreno) es saber el tipo de riego que se va a instalar.
Existen varias clases de sistemas de riego:
-
Por goteo
Es el sistema más común ya que utiliza un emisor de goteo para proporcionar agua de forma lenta y uniforme a cada planta a través de un sistema que cubre las cubre todas mediante el uso de tapones y emisores directos.
-
Por aspersión
El sistema de aspersión es uno de los más usados tanto de forma industrial, como privada. La mayoría de jardines, ciudades y fincas cuentan con este sistema que destaca por cubrir grandes superficies, el ahorro de personal en las fincas y que se regula la temperatura de la planta.
Además, el riego por aspersión es capaz de regar zonas de difícil acceso y desniveladas y no requiere de muchos recursos. El rendimiento de este sistema es bueno, pero requiere de una mayor inversión que el goteo normal.
Por otro lado, es necesario tener conocimientos técnicos para su correcto mantenimiento.
-
Goteo por zonas
Este tipo de riego es muy goteo normal, pero con la diferencia de que está pensado para cubrir grandes superficies como fincas, espacios comerciales y residenciales.
Cuenta con un nivel de mantenimiento bastante bajo y su precio lo marca la extensión de cada cultivo.
Consejos y recomendaciones finales
Independientemente del tipo de sistema de riego que se vaya a instalar es fundamental tener en cuenta varios factores, como las consideraciones y necesidades medioambientales, así como los factores mencionadas anteriormente, antes de tomar cualquier decisión de compra.
Entre las recomendaciones más importantes a tener en cuenta se encuentran las siguientes:
- El suministro y la instalación adecuada de material profesional es vital para una producción óptima del cultivo.
- El uso incorrecto de materiales de mala calidad puede afectar el resultado de la cosecha ya que puede provocar problemas como el exceso de riego y deficiencias de nutrientes.
- Una instalación incorrecta de los materiales de riego puede provocar la obstrucción de las salidas de agua y un uso ineficiente de la misma. Además, puede afectar al rendimiento y la productividad de los cultivos.
- Si optas por un sistema de aspersión estudia bien cada producto y asegúrate de tener los conocimientos necesarios para su mantenimiento.
- El suministro y montaje de un sistema de riego, así como sus productos y materiales (tuberías, válvulas, bombas, aspersores y filtros) deben de ser montados por personal profesional que garantice una correcta instalación.
Con estos aspectos y claves deberías saber lo básico para entender cómo funciona un sistema de riego y elegir el modelo que mejor te convenga.